Marc Dufumier, destacado agroecólogo francés, fue expositor principal en la Conferencia <<Producción agroecológica familiar para una alimentación saludable. Construyendo Sistemas Alimentarios Sostenibles>>, impartida el día 10 de abril, en el auditorio del edificio de la Unión Europea en Lima; y nosotros te lo contamos de una manera Salvaje: Parte de su exposición se enfocó en la necesidad de nitrógeno, carbono y fósforo en el suelo y su obtención a partir de fuentes naturales, con el objetivo de utilizarlos eficientemente y no emplear insumos sintéticos; ya que al utilizar productos como la urea, amonio o nitratos, estamos fomentando la producción industrial, alimentada por combustibles fósiles. Recalcó que tenemos energía gratis y en abundancia en la naturaleza, solo tenemos que diseñar.
En cuanto al nitrógeno, habló de la importancia de las asociaciones de cultivo, como por ejemplo las leguminosas presentes en gran variedad de ecosistemas, las cuales tienen microbios que utilizan la energía de la fotosíntesis para fabricar proteína y al mismo tiempo extraen el nitrógeno del aire y lo aportan al suelo a través de sus raíces. Dijo: <<Ya conocemos la solución, la idea es fortalecer el suelo con vida orgánica, con leguminosas>>
Sobre el carbono, recordó que el humus siempre tendrá un impacto positivo en nuestro suelo, ya que contiene alrededor de 50% carbono y 6% nitrógeno. Las plantas al hacer fotosíntesis, respiran, viven, necesitan alimento; el humus es proteína para la planta. Al arar la tierra se aumenta la porosidad; sin embargo, el empleo intensivo de esta práctica acrecienta el nivel de oxígeno del suelo, liberando C02 en el aire. Recalcó que no hay que remover el suelo tanto como pensábamos, sino que podemos implementar lombrices como alternativa al arado intensivo.
Presentó como un reto la obtención de fósforo, elemento rico para la nutrición de las plantas, principalmente si queremos fortalecer sus raíces; ya que los cultivos agrícolas no extraen, solo pueden absorber los minerales a disposición.
La extracción realizada por el hombre tiene un costo cada vez más elevado e insostenible, por lo que Dufumier presentó alternativas sostenibles como la implementación de árboles con raíces profundas que pueden extraer el fósforo de la roca madre, conducirlo por medio de la savia y aportarlo a la superficie del suelo a través de sus hojas caídas. Otra alternativa, basada en una experiencia en Huánuco, destaca la importancia de colectar microorganismos de montaña de bosques altos y húmedos y llevarlos al huerto. Estos contienen micorrizas, es decir, una asociación constituida por un conjunto de hifas fúngicas (micelio), capaces de extraer fosfato superficial del suelo, dejándolo a disposición de las plantas para su absorción y asimilación.
Dijo: <<El reto de la Agroecología Moderna es potenciar las micorrizas, los hongos, las abejas y la llegada de información>> Aprendimos que: - En una finca eficiente, ningún rayo de sol debe tener contacto con suelo desnudo. Los cercos vivos deben tener alta variedad de estratos, el suelo debe presentar siempre una cobertura y tenemos que aprovechar cada rayo de luz solar. - El agua de lluvia tiene que ser colectada para infiltrar y no regar nuestra chacra. Resulta que al infiltrar el agua al suelo estamos reviviendo de manera intensiva la actividad biológica que se encuentra debajo de nuestros pies. No hay que erradicar las plagas sino controlarlas y aprender a vivir con ellas, reduciendo los daños a partir de una mejor selección de especies, aumentando así la diversidad de elementos en el huerto.
Entre sus comentarios finales, mencionó que la producción agroecológica es menos costosa en cuanto a insumos pero mayor en horas de trabajo. El precio de productos orgánicos por lo general es elevado y no puede ser costeado por los sectores rurales, además que existe una tendencia de desinterés en cuanto a su producción y consumo. Una estrategia basada en retribución por servicios ambientales a los productores agroecológicos, podría permitir el acceso de estos productos a los mercados de sectores más pobres.
Para concluir nos gustaría contarles que se refiere a los permacultores como los estudiantes de su curso de Agroecología, solo que en niveles más intensos. ¡Se siente bien!